Los tipos de sal que se usan para fabricar estas obras son de diversos tipos y se diferencian en color, luminosidad, conformación estética u otros. Cada una tiene una técnica de corte o forma de trabajo con diferentes características. Entre los tipos de sal con que son fabricadas dichas lámparas podemos encontrar de litio, selenita, halita, colpa común blanca, roja, amarilla. La rocas de sal se transforman en lamparas a traves de un proceso de tallado y pulido que comenzó como una técnica artesanal en el norte de Chile utilizando las piedras en su estado natural productor principal y poseedor de las reservas más grandes del planeta de cloruro de sodio (sal gema), la reserva mas grande de sal en el mundo esta en Bolivia en el salar de Uyuni.
Los supuestos beneficios que se describen a continuación no han sido científicamente probados, y suelen ser considerados como pseudociencia.
Las lámparas de sal están diseñadas de roca natural de sal extraídas del salar de Atacama, éstas son usadas no solo como un objeto decorativo en hogares y ambientes, sino como un armonizador del entorno que limpian el aire y lo purifican, gracias a la emisión de iones negativos que equilibran el entorno en el que se encuentran.
En cada ambiente conviven artefactos diversos, como ser computadoras, microondas, equipos de música, TV, teléfonos móviles, etc. Según los fabricantes de estas lámparas, todos éstos emanan iones positivos que desequilibran el ambiente natural, produciendo alteraciones en el sistema nervioso de las personas, ocasionando fatiga, pesadez, dificultad respiratoria, alergias y demás efectos nocivos a la salud física y espiritual del ser humano. Sin embargo esto va en contra de los principios de funcionamiento de cualquier dispositivo inalámbrico, que se comunica a través de ondas electromagnéticas (fotones). Es evidente que si cualquier cuerpo emitiese iones cargados sin parar, el propio cuerpo adquiriría una carga de signo opuesto cada vez mayor, situación a todas luces insostenible.
Cuando las lámparas en Rocas de sal son encendidas, emanan luces de color anaranjado, y otros tonos especiales. Sus fabricantes afirman, contra toda evidencia científica, que emiten iones negativos transmisores de sensaciones de bienestar y equilibrando el ambiente representando así la energía de la naturaleza.
Asimismo, afirman que son beneficiosas para la relajación, conciliar el sueño, reducir la sensación de fatiga y estrés, mejorar la concentración, equilibrar el ritmo cardíaco y respiratorio, alergias, asma y otros problemas respiratorios, depresión, fatiga crónica, insomnio, reumatismo, problemas de tiroides, hipertensión y para decorar, iluminar y armonizar los rincones perdidos donde se estanca la energía.